Cuando lo único que sabemos hacer es quejarnos
Lo siento. Se me acaba la imaginación. Cuando veo alrededor que lo único que sabemos es quejarnos y criticar, pero no aportar ni una sola propuesta RAZONABLE, me parece tan patético que no puedo centrarme en mi mantra habitual de "ser positivo".
Cuando hay gente alrededor que ni siquiera tiene trabajo por la situación en la que nos encontramos, y que su perspectiva laboral de aquí a un futuro a medio o largo plazo no parece mejor.
Cuando hay gente que está en primera línea de caja (o de reposición), vendiendo productos a ciudadanía que puede (o no) tener cuidado y ser razonable y usar las medidas de distancia física y seguridad mínimas.
Cuando hay gente que tiene que salir a repartir comida, paquetes, conducir camiones para llevar alimentos y productos de consumo necesarios y no les oyes quejarse.
Cuando hay gente que no ha dejado de trabajar un solo día poniendo en riesgo su integridad física por contacto directo con el virus. O por contacto directo con quienes pueden transmitir el virus.
Cuando hay gente que ha puesto su vida a disposición de los demás a pesar de que le hayan faltado al respeto reduciendo durante años el presupuesto de lo que debería ser un sistema público razonable.
Cuando hay miles de muertos por una causa que aún no sabemos cómo podremos parar.
Oir que personas que tienen un trabajo razonablemente seguro se quejen de que no les ponen los medios para "trabajar desde casa" hace que se me caiga la cara de vergüenza. Ajena.
No me caracterizo por un falso patriotismo basado en "mi país" contra el resto del mundo, pero a veces encuentro mucho sentido en aquella frase de Kennedy: "Ask not what your country can do for you...".
En este caso: No preguntes qué pueden los demás darte y proveer para ti. Pregúntate qué estás dispuesto tú a poner de tu parte para que la situación mejore. Y para que los demás puedan estar mejor.
No estoy diciendo que tengamos que renunciar a nuestros derechos. Digo que tendremos que saber ejercer nuestros deberes.
Porque esto solamente acaba de empezar. Y los hay que ya han llorado y están llorando por todo lo que está por venir.
En fin. Tendrá que ser así.
Cuando hay gente que tiene que salir a repartir comida, paquetes, conducir camiones para llevar alimentos y productos de consumo necesarios y no les oyes quejarse.
Cuando hay gente que no ha dejado de trabajar un solo día poniendo en riesgo su integridad física por contacto directo con el virus. O por contacto directo con quienes pueden transmitir el virus.
Cuando hay gente que ha puesto su vida a disposición de los demás a pesar de que le hayan faltado al respeto reduciendo durante años el presupuesto de lo que debería ser un sistema público razonable.
Cuando hay miles de muertos por una causa que aún no sabemos cómo podremos parar.
Oir que personas que tienen un trabajo razonablemente seguro se quejen de que no les ponen los medios para "trabajar desde casa" hace que se me caiga la cara de vergüenza. Ajena.
No me caracterizo por un falso patriotismo basado en "mi país" contra el resto del mundo, pero a veces encuentro mucho sentido en aquella frase de Kennedy: "Ask not what your country can do for you...".
En este caso: No preguntes qué pueden los demás darte y proveer para ti. Pregúntate qué estás dispuesto tú a poner de tu parte para que la situación mejore. Y para que los demás puedan estar mejor.
No estoy diciendo que tengamos que renunciar a nuestros derechos. Digo que tendremos que saber ejercer nuestros deberes.
Porque esto solamente acaba de empezar. Y los hay que ya han llorado y están llorando por todo lo que está por venir.
En fin. Tendrá que ser así.
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